LA SRA. EDDY LOS MENCIONÓ: POLICARPO Y MME. ROLAND.

POLICARPO 69 - 155 D.C.

Mencionado en Ciencia y Salud página 77; Escritos Misceláneos p. 345 y La Idea que los Hombres tienen de Dios, p. 13.

Policarpo fue uno de los Padres Apostólicos, una expresión utilizada para indicar que un individuo conoció a uno o más de los apóstoles. Policarpo había oído a Juan en Efeso y había sido designado por él, obispo de Esmirna. La enseñanza de Policarpo sobre la preexistencia de Jesús y su encarnación muestran claramente la influencia de Juan. Mientras que Policarpo debe haber escrito muchas cartas, la única que se preserva es su carta a los Filipenses. En ella él los impulsa a "servir a Dios con temor y de verdad" y a demostrar unidad.

Cuando la persecución de los cristianos comenzó en Esmirna, sus amigos, en un esfuerzo para salvarlo, por dos veces llevaron a Policarpo a granjas fuera de la ciudad. Pero una noche soldados armados lo despertaron en su lugar de ocultamiento. Luego de saludarlos y ordenar refrigerios para ellos, les pidió una hora para orar. Esto le fue concedido, y fue, entonces, llevado a la ciudad. Sus amigos e incluso el procónsul le rogaron que jurara por César y así evitar la muerte. Pero Policarpo respondió: "No, durante ochenta y seis años he servido a Cristo y él nunca me falló". Cuando fue amenazado con los leones, dijo: "Que vengan. No puedo cambiar del bien al mal en un segundo"

MADAME MANON PHILIPON ROLAND 1754 - 1793

Mencionada en Ciencia y Salud p. 161

"Plutarco pareció ser exactamente el nutrimento adecuado para mi mente. Nunca olvidaré el momento en que tenía nueve años cuando lo llevé a la iglesia en lugar de mi libro de oraciones. Desde ese momento hasta ahora marco las impresiones e ideas que me hicieron una republicana". Esto escribió Madame Roland en prisión lo que revela la influencia que desde niña moldeó sus ideas.

Al no tener compañeras de su misma edad, se complacía en leer e identificarse a sí misma con los personajes sobre los que leía. Con excepción de un año, su vida hasta que se casó la pasó en el corazón de París. Una vez ella y su madre visitaron Versailles donde una de las damas de María Antonieta les alquiló su apartamento. Escribiendo a un amigo, Manón observó: "Si antes de venir al mundo hubiera tenido que escoger un gobierno, hubiera elegido una república".

Su matrimonio con un inspector de manufacturas la llevó a través de las provincias. Aparte de ser una esposa modelo, editó artículos de su marido para el "Diccionario de Manufacturas". También se familiarizó con los problemas económicos y aprendió de primera mano sobre el descontento de los campesinos.

Cuando cayó la Bastilla, se entregó completamente a la Revolución, y cuando la familia regresó a París, su salón se volvió el lugar de encuentro de los Girondinos. Ejerció mucha influencia escribiendo varias cartas que su marido firmaba como Ministro del Interior, y artículos en forma de cartas a los diarios. Deseaba darle un significado práctico a la libertad, igualdad y fraternidad. Al quebrarse el partido Revolucionario dio lugar al Terror, y fue encarcelada sin razón. Fue típico de su dignidad que cuando se le preguntó si quería que bajaran las cortinas de su carruaje, dijo: "No, caballeros, la inocencia, por más oprimida que esté ... jamás asume la actitud de la culpa".

Durante cinco meses en prisión escribió sus Memorias y releyó a Plutarco y otros escritores favoritos. Su único pensamiento era vivir una vida plena y usar sus facultades con aquella "independencia que una mente fuerte mantiene aún tras las rejas de una prisión". En el camino a la guillotina que había sido erigida en la plaza donde estaba la estatua de la Libertad del escultor David, dio ánimo a sus compañeros. Fue allí cuando, estando sobre la plataforma expresó sus palabras históricas: "¡Oh Libertad! ¡Cuántos crímenes se cometen en tu nombre!".

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