
LA RELIGIÓN ¿ES EL OPIO DE LOS PUEBLOS?
La cita "La religión es el opio de los pueblos" aparece en la publicación de Carlos Marx intitulada Contribución a la Crítica de la Filosofía del Derecho de Hegelpublicada en 1844 en el periódico Deutsch-Französischen Jahrbücher. Sucede entonces que uno que es religioso ¿es opiómano? Creo entender a lo que se refería Marx al afirmar eso. Desde mi punto de vista él se refería al sentido falso de la religión, se refería a que la gente se consolaba orando en vez de luchar contra quienes los oprimían. Claro, en 1844 todavía no se había descubierto la Ciencia Cristiana (lo fue en 1866) por parte de Mary Baker Eddy, y eso haría que las cosas fueran diferentes. Además, viendo las consecuencias de las enseñanzas de Marx llevadas a la práctica uno podría concluir lo contrario: "Que el marxismo es el opio de los pueblos" porque no vemos que los pueblos que adoptaron su filosofía hayan resuelto los principales problemas que agobian hoy a la sociedad: la probreza, la criminalidad, el hambre, las drogas, etc. Estemos de acuerdo en que muchas veces las religiones han producido guerras fratricidas, como lo es la situación en Irlanda y similares, pero también estemos de acuerdo en que esos excesos son debidos a una falta de comprensión de lo que significan las verdaderas enseñanzas de Jesús. Hay veces que no existe espacio entre "la espada" y la "oración". Uno sería muy arrogante si opinara sobre un tema tan trascendental que ha ocupado el pensamiento de tanta gente célebre. Pero tenemos indicios de esta "guerra" entre la religión y el saber contemporáneo. Hay una anécdota interesante y es la siguiente: "... un principiante de la Ciencia Cristiana de Zúrich ha informado que Ciencia y Salud fue uno de los libros que Lenin tomó en préstamo de la Biblioteca Central durante sus días de exiliado en esa ciudad. El mismo informe, no confirmable en esta fecha, establece que Lenin mismo llamó la atención de sus amigos sobre el hecho que la `declaración científica del ser' que contiene el libro representaba el opuesto preciso de las proposiciones básicas del materialismo dialéctico." Oponiéndose a ello está esta otra anécdota: Cuentan que el mayor científico del siglo XX, Albert Einstein visitó la Quinta Iglesia de la Ciencia Cristiana en Nueva York, y al ser reconocido por el primer lector de la misma, al final del servicio salió raudo a saludarlo, a quien le dijo: "¿Se da cuenta su gente qué cosa maravillosa tiene?". Aquí tenemos a los dos pensamientos opuestos. Cada uno de nosotros tiene que decidir cuál es el acertado. Yo por mi parte, luego de casi cincuenta años estudiando la Ciencia Cristiana ya llegué a mi conclusión.