TRES ANÉCDOTAS

Comparto aquí tres anécdotas sobre mi actividad en la Iglesia de Cristo, Científico.

1) Yo era primer lector de una iglesia, y como tal me tomaba muy a pecho mi tarea, sobre todo aquello que dice la Sra. Eddy en el Manual de La Iglesia: "El Lector de una iglesia no será un guía, pero hará cumplir los Artículos de Fe, los Estatutos, y la disciplina de la Iglesia". Como se sabe los Científicos Cristianos no debieran tomar bebidas alcohólicas. Nos llegó el rumor de que un miembro de nuestra Iglesia bebía vino todas las semanas. Entonces me fui al almacén cercano a su casa y pregunté si conocían al miembro y si compraba vino, el almacenero me dijo que sí, que todas las semanas compraba vino. Resulta que el involucrado se enteró de lo que yo había estado haciendo y me denunció a la comisión directiva de la Iglesia. Me llamaron para reprenderme (aunque se ve que ellos ignoraban el artículo del Manual) luego de la reprensión les dije: "Yo también tengo algo que decirles, y es que tengo que renunciar a mi cargo de Lector porque me nombraron Comité de Publicación para Uruguay". Recuerdo que al de la voz cantante del Directorio se le cayó la mandíbula.

2) Otra de cuando era Lector en esa Iglesia. Mientras me vestía para salir para la Iglesia descubrí ciertos pensamientos de hipocresía en mí, me prometí erradicarlos. Lo interesante es que Dios me puso a prueba. Una vez terminado el servicio se me acercó la solista y me preguntó si me había gustado cómo había cantado el solo, le dije que no. Se enojó mucho y me dijo por qué no se lo había dicho, y le contesté que era porque ella nunca me lo había preguntado.

3) Los lectores de las Iglesias tienen que redactar ciertos anuncios sobre los horarios de los servicios, la Escuela Dominical, etc. Resulta que en la redacción de la Escuela Dominical había transcripto una parte de un texto de la Sra. Eddy en el que se refiere a que los niños que dice así: "Los niños son más dóciles que los adultos y aprenden más pronto a amar las sencillas verdades que los harán felices y buenos" . Un día me llama una practicista de la iglesia para rezongarme porque había puesto esa frase, ya que le habían dicho que "los niños YA SON felices y buenos". Ja Ja Ja.

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